Serás
Serás algo, no serás nada
te despertaras y nuevamente morirás
nacerás luego una y otra vez y luego serás.
Serás un barrendero
un señor doctor, un político avezado,
un vendedor de seguros, un mozo de café,
un empleado público tras el mostrador,
cortaras fiambres en una rosticería,
pondrás lindos a los muertos en una funeraria,
serás un maestro de escuela,
caminaras, correrás y serás un jugador de fútbol
de un equipo ignoto,
un entrenador de gimnastas,
un vendedor de diarios,
un inquilino, un vividor,
un gran financista, un aburrido
empleado mercantil,
un divertido Dj en una gran discoteca,
un bañero en una playa de moda,
una mujer sensible, un hombre irascible,
un niño tranquilo, un viejo peleador,
una lagrima de derrota, una risa de burla,
un ademán de saludo, un agitar de un adiós,
un cigarrillo a medio fumar, una revista sin leer,
un libro insulso, una lapicera con poca tinta,
una hoja en blanco, un cuaderno cansado
de tanto escrito, un portón de escuela,
una reja de una casona, unas tablas de baldío,
una puerta de cristal, una pared de cemento,
una playa sin personas, una calle sin edificios,
una vereda con baldosas rotas,
una raíz de árbol pretenciosa de aire que hace tropezar
a los transeúntes,
una maleza en el frente de una casa abandonada,
una taza de café casi vacía, un resto de rouge en un pañuelo,
un volante arrugado y reposando en el fondo de un gran tacho,
una repisa con mucho peso, un frasco con resto de arroz,
un viejo televisor que ya nadie enciende,
un azulejo jamás colocado y que yace en el cuartito del fondo junto
a otros mas pero de distinto color,
un pedacito de piolín que envolvió un matahambre arrollado,
un fósforo aún con vida, con la cabeza roja, esperado en una caja, solo,
una alfombra de baño aún húmeda, restos de perfume en un vestido,
un cigarrillo retorcido y usado en el cenicero de un bar,
una servilleta en el suelo, un suspiro,
una piedra, un grano de arena, un segundo.
Un instante en la vida de alguien.
